El domingo llegué a nuestro campo, la cadena de la entrada estaba echada, confirmado, era el primero. Normal, tenia tantas ganas de ir a volar que no me fijé ni en la hora que era, cargué el avión, la caja de vuelo, etc, etc, y me fui sin pensar nada más.
Abrí la cadena y comenzó el viento. Un viento que según avanzó la mañana se fué retirando y por fin, despues de tantas lluvias, horas de taller, «cabreos» por el mal tiempo, pudimos volar.
Un dia precioso. Y de vuelo, pues aquí teneis unas fotos…..
Buenos Vuelos,